domingo, 24 de noviembre de 2013

Hipertiroidismo

Conjunto de manifestaciones producidas por el exceso de hormonas tiroideas. Esta alteración tiene una incidencia cinco veces mayor en las mujeres que en los hombres. En circunstancias normales, el funcionamiento de la glándula tiroides es regulado por la hipófisis, que produce sustancias que estimulan dicha glándula, y ésta, a su vez, vierte las hormonas en la sangre.


En el hipertiroidismo, este mecanismo está alterado, y la tiroides empieza a producir una gran cantidad de hormonas innecesarias. Algunas veces esto provoca la inflamación de la glándula (bocio); en otros casos, sólo está activa parcialmente (tumor de tiroides). La función más importante de las hormonas tiroideas es la aceleración de los procesos metabólicos; la superproducción de hormonas significa una aceleración excesiva. 

Síntomas
  • Estado de gran agitación
  • Irritabilidad
  • Cansancio
  • Insomnio
A causa de los procesos metabólicos que producen calor, el enfermo mantiene siempre una temperatura alta, incluso cuando hace frío, y suda constantemente. Otros síntomas son manos temblorosas y pulsaciones rápidas y algo irregulares del corazón. Un metabolismo acelerado también provoca un aumento del apetito a causa del gran desgaste de energía, pero, a pesar de ello, el paciente pierde peso. Sufre diarreas debido a que los procesos intestinales de la alimentación son más rápidos; en el caso de las mujeres, la menstruacción frecuentemente es irregular y a veces llega a desaparecer; en los hombres decrece la actividad sexual. Algunas formas de hipertiroidismo también producen alteraciones en la vista (enfermedad de Graves), como exoftalmía, y en ocasiones, visión borrosa o doble. Debido a que el corazón y los vasos sanguíneos están sobrecargados, existe peligro de angina de pecho, especialmente en personas de edad avanzada.

Diagnóstico y tratamiento

El hipertiroidismo se diagnostica comprobando los niveles de hormona en la sangre. El tratamiento consiste en medicación o terapia de yodo radiactivo o cirugía. En el 50% de los casos, la administración de fármacos para restringir la formación de hormona tiroidea resulta eficaz seis meses después del comienzo del tratamiento.
El tratamiento quirúrgico consiste en extirpar una parte de la tiroides con la esperanza de que el resto funcione normalmente. Todos los tratamientos presentan ventajas e inconvenientes; la medicación, por ejemplo, en algunas ocasiones puede provocar serios trastornos en la circulación sanguínea (agranulocitosis), y existe también el peligro de que la producción de la glándula tiroides sea insuficiente o indebidamente limitada. En este último caso, debe ser administrada la hormona tiroidea, a veces, durante el resto de la vida del paciente.




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